jueves, 3 de marzo de 2011

Domingo (27 feb y con dos días de retraso)

¡Que trabajo cuesta sacar tiempo para hacer algo tan simple como llevar una anotación de mis entrenamientos! Por la mañana siempre tengo un millón de cosas que hacer, por la tarde ídem y la noche, la noche es mi gran aliada. Menos mal.

Domingo.

Distancia recorrida: 8km
Tiempo: 54m
Ritmo: 6,45
Sensaciones: muy buenas, geniales, me encanta correr... ¡I´m happy! 
Exigencia: 4

Estoy muy muy orgullosa de este entrenamiento. La cuestión es que el domingo estuvimos por la mañana-tarde con la familia y ya se sabe: comida, dulce, café, licor... Un pedro Jiménez dulce y negro (para los que no lo sepan, es moscatel, pero no esa mierda que venden en los supermercados, el Pedro Jiménez del bueno no lleva más que uva pasa y es oscuro, deja empañada la copa pero no es una crema, tiñe y se pega a los labios, es dulce como el almíbar pero no empalagoso , con cuerpo, y apenas se nota el alcohol) tan delicioso que te tomarías dos e incluso tres copas.

Cuando llegué a casa no sabía que hacer, no había casi nadie en la calle, el parque cerraba a las nueve y estaba completamente vacío. Como siempre recurrí al santo varón de mi casa, esto es MI MARIDO. De verdad os digo que este hombre se merece una medalla a la constancia y la paciencia infinita... Se vino conmigo claro.

Salí corriendo desde casa y llegué corriendo al portal de mi casa. Objetivo cumplido. Es una de las metas que me propuse casi casi al principio y ya esta conseguida. Ni cansada, ni pesada, todo maravillosamente bien, de hecho podría haber continuado y sobrepasado la hora ¿Sera el moscatel? He decidido que la próxima vez que baje a mi pueblo, me voy a comprar una botella. En la bodega por supuesto.
Un diez für mich (y otro para mi marido )

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