martes, 7 de junio de 2011

Lo que mal empieza…



…Bien acaba.

Creo haber puesto alguna vez en los comentarios de blogs esta misma frase y no ha sido por el simple gusto de modificar el refranero popular, nada más lejos de mi intención, sucede que, normalmente, esto es lo que me pasa cuando las cosas no van del todo bien; sucede que, más tarde o más temprano, consigo extraer de las malas experiencias su opuesto positivo. Es probable que otras entradas tengan el mismo título. He pensado por tanto incluir una numeración  del tipo:

Lo que mal empieza, bien acaba I
Lo que mal empieza, bien acaba II

Y así sucesivamente.

Este ha sido un fin de semana genial.

Por partes.

Salida sábado.

He recuperado mi sensación perdida. Esta bien, intacta, sin mácula.
Gracias a todos por vuestros comentarios de apoyo, por un momento creí estar realmente perdida y me animó mucho saber que son periodos, es más, que son periodos necesarios.
Cambié mi hora de salida a una hora más tarde, casi al anochecer, dejé mi mochila guardada en el armario donde descansa plácidamente junto a montones de camisetas para fitness, mallas, muñequeras, pesas para los tobillos ajustables (sí, hacia step con pesas ajustadas a los tobillos) y demás enseres de gimnasio que ahora comparten cajón con prendas específicas para correr.

Me llevé conmigo una botella pequeña de agua y me puse mi camiseta BE HAPPY (no sé que voy a hacer cuando no de más de sí) salí sin pretensiones, con una actitud positiva, convencida de  escuchar en todo momento las exigencias de mi cuerpo y dejar de lado las exigencias de mi cabeza. Busqué un punto anterior, leí mis propios comienzos, los pensamientos reflexivos, los descubrimientos. Todo lo positivo.

Entonces encontré:

(…)Aquí me pasa una cosa muy curiosa y que los que hacéis deporte regularmente seguro conocéis, empiezo a sentirme bien. Es decir, estoy en la calle, es de noche, no hay un alma y vamos corriendo suavecito por la carretera y es genial. Ese es el sentimiento (…) 

Esto lo escribí la primera vez que salí a correr. Punto kilométrico 1. No llevaba un plan específico de varias semanas. Salí a correr y listo.

Desato todos los puntos de inflexión que he montado en mi cabecita y los transformo en referencias retomables, marcas en la esquinas de un libro para poder recordar las partes que más nos gustan ¿Quién dice que no es bueno releer?

Corro por la carretera de Camposoto y huyo de la marisma, no sé que voy a hacer aunque en el fondo sé muy bien lo que voy a hacer. No es una contradicción. Simplemente me fijo en el camino y trato de ir convenciéndome poco a poco de donde esta el final. Y funciona.

Y sigo los consejos de Gonzalo en cuanto a cerrar los ojos. Entiéndase entrecerrar los ojos, desgraciadamente aún no tengo súper poderes. Y funciona.

Y todo funciona. Llego a la rotonda y tomo por gallineras, en la fachada de Casa Pepe hay colgado un cartel que dice: “Hemos aprobado Bachillerato. Firmado: Lore, Vane y Espe.”  Me río y me alegro un huevo por la Lore, la Vane y la Espe y sigo corriendo. Cada vez más rápida, más ágil, el viento de levante de frente y con ganas de apretar un poco más ¿Por qué será que me encuentro siempre mucho más cómoda a partir del km 5 que al comenzar?

Llego a la altura de Casa Titi, un  restaurante de la isla que con sus luces de neón confunde a cualquiera, diríase que se trata de un lupanar lleno, efectivamente, de titis, pero no lo es. Miro el cronómetro. Me sorprende comprobar que, a esa altura del camino, aún no he pasado la hora y eso hace que me siente muy feliz.

Ya dije que sin pretensiones, pero ¿Acaso no le estoy haciendo caso a mi cuerpo? ¿No dijimos dejar de lado la cabeza? ¿Contención? No. Euforia.

Mi compañero Javier diría que estoy alimentando el ego y tiene toda la razón. Pero que bien sienta después del periodo de dieta.

 ¡Al fin!

Estoy en órbita señores

Después de la salida.

Con las endorfinas por las nubes, más feliz que una perdiz, le digo a mi cónyuge que esa noche salimos. No acepto un no por respuesta.

Tacones de plataforma (para estirar gemelos) y vestido (que sensación más extraña la de llevar vestido) empezamos en La Mariquita te Jarta,  un local decorado con mucho gusto donde puedes comer tapas deliciosas por nada y menos. Copa de sangre de Judas, pollo al curry, salpicón de marisco, lomo con mojo picón… 14€.  Hay que venir al sur.
Tres deliciosos martini rosso y me doy por satisfecha.

Había que celebrarlo…

12 comentarios:

  1. Me alegro mucho por ti. Las sensaciones buenas son como las malas, vienen y van, como los biorritmos, como el dinero, como la gente... La vida.

    Salud!

    ResponderEliminar
  2. Supongo que si exiete el paraiso debe ser algo parecido a lo que cuentas hoy en esta entrada, con ese final apoteósico en "la mariquita te jarta". Me gusta el detalle ese del cartel de las niñas que aprobaron bachillerato.
    Algún día debes escribir algo sobre ese armario lleno de ropas de colores y tejidos técnicos.

    ResponderEliminar
  3. No iba a ser de otra forma. El juego no ha hecho más que comenzar...

    Cada vez que sales a correr te asomas a un espejo mágico en el que descubres cosas de ti misma.

    Y eso es algo que, o bien asusta y dejas de hacerlo, o bien te estimula a seguir conociéndote.

    Tú eres de los que eligen la segunda opción. ;)

    ResponderEliminar
  4. Maravillosa puesta de largo.. en todos los sentidos, para ella la quisiera la mismísima Penelope Cruz.
    Cuando se acaba un rodaje con buenas sensaciones y uno/a llega a casa... no es capaz de contestarte ni el eco del salón... ojo con los martini que se suben a la cabeza y acortan la falda :).

    ResponderEliminar
  5. Esas sensaciones en los rodajes serán cada vez más frecuentes...pero contente en las celebraciones o la de la Mariquita te hará cliente de honor.

    ResponderEliminar
  6. Esto del running es así; unos días te sientes estupendo y otro día te ves hundido. Al final con entrenamiento hay muchos más días buenos que malos

    ResponderEliminar
  7. Pues yo tambien celebro ese buen entrenamiento que has tenido, supongo que eso de estirar con zapato de plataforma es nuevo y las divas del running se han de ver excelentes.
    Felicitaciones y a seguir en la brecha!!!

    ResponderEliminar
  8. Me gusta pasarme por aquí, tus entradas tienen frescura runner. Me alegro de que disfrutaras corriendo y después ¿dónde dices que estás ese sitio?

    ResponderEliminar
  9. Gustavo: sobre todo el dinero... Ese sí que vuela rápido. A ese sí que hay que buscarlo concienzudamente.

    Gonzalo: Mi armario es como una prolongación de mi personalidad, un espacio caótico-ordenado. Creo que no es el típico armario de mujer, pero igual te hago caso y escribo un día sobre su contenido.

    Javier: A este paso, entre lesionados y desesperanzados nada más comenzar, vamos a quedar tú y yo.
    Me pasa como a ti, correr es un buen medio para conocerse a uno mismo, otra cosa es que te guste lo que vas encontrando por el camino.

    Abuelo: no se preocupe usted por los martinis de más, mi marido, cual depredador con los colmillos afilados, iba marcando el territorio.

    Miguel: Ya soy cliente de honor de la mariquita. Es un lugar fantástico. Lo curioso es que no necesité ir al baño en toda la noche con lo cual creo que mi cuerpo absorbió los martinis a nivel celular y ahora soy Lady-martini.

    Raul: Hasta ahora los buenos ganan por goleada. Pero esta vez han sido tres días malos y eso me angustiaba, no encontraba una explicación a esa sensación de cansancio y falta de ganas. También he de decir que parece una epidemia colectiva, porque, dando paseos por los blogs, estaba todo el mundo igual.

    Titán: ¿No te has dado cuenta por qué casi todas las mujeres que usan tacones altos con asiduidad tienen los gemelos marcados? Yo los uso muy poco, solo de forma puntual, pero esto pasa porque, más que estirar, lo que hacen es trabajar durante horas los músculos del gemelo. Unas horas con tacones, son como unas horas de puntillas, cuando te los quitas y pisas el suelo, yo siempre digo "Ahora soy una persona"

    Alex: Me alegra que te guste mi blog :)
    La mariquita esta en San Fernando (Cádiz) y tiene una historia muy curiosa.
    Resulta que una pareja (de hombres) abrió un establecimiento en Cádiz capital llamado "La gorda te da de comer" muy famoso por sus tapas y lo que es mejor, por su precio. Lo que ocurre es que se separaron y el dejado abrió su local "hermano" en San Fernando, con una decoración muy parecida y con el nombre "La mariquita te jarta" manteniendo el mismo espíritu: bueno por poco.
    Cuando quieras pasarte por aquí, desenterradas las armas de guerrero -o no-, avísame y podemos organizar quedada turística-gastronómica.
    Si hay algo mejor que correr, es quedar con gente que corre.

    ResponderEliminar
  10. - Ave María purísima.
    - Sin pecado concebida.

    - Padre, me confieso de envidia.
    - Hace poco entré en el bog de Danae y me encantó, caí en la tentación y "por su culpa" abrí un blog.

    - Como penitencia, entrarás a menudo en el blog de Danae, lo leerás con fruición y aprenderás todo lo que ella te pone a su disposición.
    - Así será padre

    ResponderEliminar
  11. Genial ese reencuentro. Lo de sentirse mejor a partir del 5 es por que ya entraste en calor, de hecho hay veces que los 2 o 3 primeros kilómetros dan unas ganas terribles de dejarlo y volver para casa, sigues y luego te encuentras genial.
    Desde luego por aquí por Bilbao esos precios en los bares ni los vemos.

    ResponderEliminar
  12. Me alegro de tu remontada, ya sabes: "lo que no te vence te hace más fuerte". Ya has vencido al calor y al verano, ahora a por el siguiente reto.

    Hasta la próxima, saludos.

    ResponderEliminar