Secreto de esos que no se cuentan: Nunca me ducho en el gimnasio.
Antes del linchamiento público y las miradas de asco, dejadme decir en mi defensa que una persona aficionada a los dobletes (deportivos, por favor), pasa bastante tiempo en remojo, aunque reconozco predilección por la comodidad de mi cuarto de baño.
En mi anterior gimnasio era imposible usar las duchas de los vestuarios. Ahora comprendo que el lugar donde yo pasé casi tres años haciendo Just Pump, Stepp y Fitness podría considerarse algo así como la versión femenina del antro perfecto solo que de perfecto no tenía nada de nada, era más bien de los malos, sin adjetivo, pero estaba cerca de casa. Tu primer gimnasio tiene que cumplir este requisito para vencer la pereza y generar el hábito.
Una pequeña sala, pesas, barras, mancuernas y gomas. Poco más. A la hora de cambiarse de ropa lo normal era ir unos minutos antes para evitar el overbooking de la clase que terminaba, cambiarse rápido y a la sala. Cuando terminábamos nosotras lo mismo pero a la inversa ¿Ducharse? No. Ni yo ni ninguna. No cabíamos, parecíamos sardinas en lata. Así que lo máximo era el trámite de quitarse la camiseta sudada y ponerse la camiseta limpia y cambiar de zapatos. Lo de los zapatos era una norma del gimnasio: "Los zapatos de la calle no sirven para la sala" El único motivo que justificaba esta norma es que la sala tenía el suelo de parqué y supongo que limpiar madera debe ser más difícil que limpiar losa. Yo, siempre que podía, me saltaba el reglamento.
Cuando tienes tu gimnasio a 200 metros según Gmap-Pedometer al final no te cambias ni de camiseta. Al menos yo. De hecho, sales de tu casa con toda la indumentaria Fitnera, esto es, las camisetas de colores chillones, los pantalones cortos, las falditas pantalón, etc. Y el vecino te mira raro un día, pero a medida que van pasando las semanas, los meses y los años, te conviertes en la friki que a veces se pone una camiseta fluorescente amarilla (brilla de verdad en la oscuridad, creo que es radiactiva) para ir al gimnasio.
Así que iba monísima de la muerte y colorida al gimnasio y volvía a casa con pelos de bruja y la ropa hecha un asco. No importaba. Me duchaba en mi casa y listo. Fin del problema.
Ahora estoy un gimnasio súper pijo petado de corredores. Y el vestuario es inmenso, limpio y calentito. Así que esperarse y ducharse en casa ya no tiene sentido: ahora lo tengo todo para sentirme como en mi propio cuarto de baño.
Antes de continuar tengo que contaros una cosa que me pasó el primer día. Sufro un déficit de atención grave, y como soy despistada hasta decir basta, me equivoqué de vestuario. Juro por mi honor que no hubo en mi confusión ningún interés lúdico festivo, que fue sin querer y que salí de allí a escape. La imagen de un culo peludo aún me persigue ¿Cómo podéis usar unos gayumbos tan horteras? Reivindico desde aquí la vuelta del calzoncillo blanco Abanderado.
Total, de regreso a mi vestuario, lo primero que hice fue confesar mi error para someterme al escarnio público y recibí como respuesta carcajadas femeninas y un tercer grado sobre tamaños y colores. Viva la liberación.
Decía, antes de irme por los cerros de Úbeda, que ya no tengo excusa y sin embargo sigo duchándome en mi casa. Lo de ahora es mucho más grave. Mi súper gym esta en la última planta de un centro comercial, un centro comercial pequeño, pero obviamente muy transitado.
Y es que no puedo con todo el tinglado. En lugar de ir al gimnasio, tengo la sensación de estar preparando la maleta para irme un fin de semana de viaje. De hecho, creo que, si en lugar de ir a la sala de musculación, se me fuese la olla y pillase el primer tren a Sevilla, tendría todo el neceser higiénico necesario para varios días. Que agobio:
Dos toallas. La de ducha y la de la sala.
Gel.
Champú.
Suavizante.
Chanclas.
Crema para el cuerpo.
Crema para la cara.
Crema para las manos.
Desodorante.
Muda de ropa.
Ropa interior.
Guantes para la sala.
Agua.
Esto es lo que me lleve la primera semana (Si, tengo una crema para cada cosa ¿Qué pasa?) y luego empecé a restar:
Dos toallas.
Champú 2x1
Desodorante.
Chanclas.
Muda de ropa.
Ropa interior.
Guantes sala.
Agua.
Y ahora:
Guantes sala
Agua.
Toalla.
Camiseta.
Paso. Me niego. Que no ¿Hija y no te da vergüenza pasear por los pasillos del centro comercial y bajar las escaleras mecánicas cochambrosa de la muerte? No. Al que no le guste que no se acerque. Mofetilla forever hasta mi casa, mi baño. Empecé suprimiendo las cremas, total, del gimnasio a mi casa no creo que me vaya a descomponer en código binario por no ponerme crema, y terminé por pasar de todo e irme con mi mugre a cuestas. Soy una rebelde. La grunge que reside en mi alma ha vuelto.
Si os parece que mi primera mochila iba cargada, es porque no habéis visto lo que se llevan algunas, madre del amor hermoso, que solo les falta llevarse el kit para la manicura francesa. Eso por no hablar del maquillaje y las planchas para el pelo., el otro día escuché a una chica decir: Deberían poner unas planchas para el pelo además de secadores. Claro. Y un negro que haga masajes también. Y es que las ves haciendo spinning con el rimmel y las sombras de ojos, sin inmutarse, como si no tuvieran glándulas sudoríparas, como si fuesen algodones asépticos e inoloros en plan ¿A qué huelen las nubes?, y una sudando la gota gorda como un chotuno, que hasta vergüenza siento de mi condición humana.
Perfectas hasta en el campo de batalla. Antes muerta que sencilla.Vamos, fijaos si no exagero que hay un cartel junto a los lavabos que dice: Por motivos higiénicos se ruega tirar las cuchillas después de depilarse a la papelera. A cuadros se queda una ¿Pero quién se depila en el gimnasio? Muy fuerte.
* * *
Cuando salgo a correr todo es más sencillo. Puedes ser más o menos papafrita y llevar artilugios hasta en las orejas, pero tanto si decides ir como Robocop como si lo haces en plan Gandi, sudas como un cerdo, y puedes pararte en medio de la ciudad con los brazos en jarra, toda tu porquería encima, mirar al mundo sacando pecho, intimidando con tus feromonas y exclamar: ¿Qué? ¿Qué pasa? No importa. Eres un corredor.
The runner´s forest esta en la calle.