sábado, 30 de julio de 2011

AMPOLLA INDIGNADA Y REITERATIVA


Tengo una Ampolla Indignada y reiterativa. Se empeña en manifestarse una y otra vez. He enviado a Tirita Antidisturbio, pero logra escabullirse y perturbar la paz de mi pinrel.  La escucho y cuido dejando que acampe en mi talón libremente mientras le hago promesas de mejores calcetines., atenciones que jamás dispensé a su hermana Uña Negra, pero nada la conforma. Ahora es más grande y se ha convertido en herida. Se me escapa de las manos. Mucho me temo que sus reivindicaciones no pueden ser contempladas. Es hora de llamar a los GEOS. Mi ampolla indignada solo quiere j…


miércoles, 27 de julio de 2011

LA MORCILLA TE DA ALAS

O como pasarse tres días comiendo sin parar y sentirse fuerte en el asfalto.

Hornazo.

 Cuando sea mayor voy a comprarme una casa en Salamanca. Dedicaré el resto de mis días a trotar por las tardes junto al río Tormes y comer farinato con miel por las mañanas. Cuando el duro invierno llegue y cubra con su manto níveo las empedradas y antiguas calles de mi ciudad de retiro, compraré hornazo rellenos de jamón, lomo y chorizo para calentar el estómago. Salamanca es una ciudad que impresiona.

En estas mini vacaciones de interior he probado tres tipos diferentes de morcilla, una especie de sobrasada llamada farinato y que se come dulce o salada y casi siempre con huevo (a todo le ponen huevo) un arroz también con morcilla y carne de caza, patatas por doquier, tortillas rellenas de todo tipo, hojaldres, carne asada y mucha, mucha cerveza. Todo contundente, espeso, sabroso y especiado.

A la vuelta de mi periplo gastronómico-cultural (más de lo primero que de lo segundo) y sin haber levantado más peso que el de la jarra de cerveza y corrido la distancia justa que separa un bar del otro, ayer salí a trotar un poco por el parque.

Tenía miedo porque cuatro días sin correr a mí me parecen bastantes días, la verdad. Si lo pienso, el tiempo máximo que he estado sin salir a correr desde que comencé (hoy hace seis meses) han sido cinco días cuando operaron a mi suegro. Y sin hacer pesas una semana en julio (el gimnasio cierra) y otra en Septiembre del año pasado. Dentro de esa posible apariencia de desordenada y caótica, soy bastante constante con el deporte.

Así que me puse la ropa de trotadora (pantalón corto del decathlon con bolsillos laterales y camiseta de algodón del carrefour de color rosa) y me fui al parque con la intención de recordarle al cuerpo, mi cuerpo, que comer morcillas y sujetarse con firmeza a la barra del bar, tiene un límite… Mi cuerpo, como todos los cuerpos del orbe, tiende a la horizontalidad., y es mi cabeza, como todas las cabezas del orbe, la que tiende a la verticalidad de la razón.

Así pues comencé mi trotecillo romántico, pausado, mirando como lentamente la oscuridad se adueñaba del parque, saludando a otros corredores, sin cansancio, sin pesadez, sin que los tres tipos de morcilla interrumpieran la bella conexión entre el entorno y yo… Y los minutos van pasando y me siento feliz y el cuerpo responde retozón y sonrío y todo es guay a mí alrededor. Trotar mola. Trotar no es aburrido.

Me da por pensar que podría hacerlo todo trotando, es decir, si escalonamos el movimiento de marcha en tres: andar-trotar-correr, podría saltarme el que usa todo el mundo, andar, y hacerlo al trote:

Me levanto y recojo la casa al trote.
Voy al mercadona y recorro los pasillos al trote.
Compro el pan y vuelvo a casa trotando.
Si hay que parar, pego saltitos en el sitio para continuar al trote.
Si paseo con una amiga, ajusto el trote a su ritmo.

Elegir trotar como medio de locomoción.

Cuando me doy cuenta llevo una hora ¿Ya? y faltan quince minutos para las once y mi marido ya estará pensando ¿Dónde se ha metido esta mujer? Así que, con una desgana mortal, troto hacia la primera salida, pero después me arrepiento y decido salir por la última y cuando llego a la última vuelvo a pensar: jo… No quiero.

Y le doy dos vueltas a la farola, como un mosquito en torno a la luz y en lugar de salir por la última salida, continuo hacia arriba, el tramo final del parque, que tiene desde la farola hasta la palmera del fondo (gracias Gmaps pedometer) 515 m y así hago un poquito más, por si me canso y esas cosas.  La ida y vuelta suman 1,03 km. Dejo el romanticismo bobalicón del tipo: ¡Los suspiros son aire y van al aire! ¡Las lágrimas son agua y van al mar! Por algo más contundente: Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes. Y corro. Ahora si. Y con el crono listo. El primer km sale a 6,10 y me siento perfecta. Ni cansada ni nada de nada. Vuelvo a pensar: Que co*o… Otro más. Y preparo el crono de nuevo y el segundo km me sale a 5´58 y sigo bien. Llego a la farola-salida y como no me de prisa me cierran el parque, pero me apetece muchísimo hacer un último km, ahora que al fin siento el corazón y me pongo a ello, un poquito más rápido a ver que sale, ligera pendiente hacia arriba los primeros 515 metros y después ¡a correr! y queda en 5´34 y más feliz que una perdiz.
Entonces llega el chico de la moto (el que cierra el parque) y me dice que son las 23:04 y que me ve muy animada y eso, pero que tiene que cerrar.

En total 1h19´´ y los tres últimos km en 17´02´´ que son vuestros cochineros pero para mí significa velocidad punta.

Han sido las morcillas. Seguro.

La morcilla te da alas.

viernes, 22 de julio de 2011

QUESTIONS


Me pregunto:

¿A nadie en el ayuntamiento de San Fernando, la ciudad con más corredores por metro cuadrado que he visto, se le ha ocurrido que marcar el parque en tramos de 100 metros puede ser una gran ayuda?  ¿A nadie?

¿Tanto trabajo cuesta medir un parque lineal, repito, recto, y marcarlo con un poco de pintura blanca o verde, para que haga juego, y así hacernos un favor a los pocos que aún corremos sin gps? ¿A nadie?

Que yo lo miro en Gmaps Pedometer, pero para el tramo total (1.4 km)  fragmentado me vendría de perlas.

Tercera salida consecutiva la de ayer y sensaciones regulares. Un ritmo un poco más alto (6´20) y unos 40´ totales. Acusé el cansancio del fartlek del miércoles, pero ya me puedo ir a Salamanca tranquila, con la sensación del deber cumplido, sin ese malestar tontorrón y probar todas y cada una de las tapas de la calle Van Dyck con su respectivas cervezas.

El descanso sabe mucho mejor cuando tienes la sensación de dejar las cosas atadas y bien atadas.

Aún así, esta mañana cuando me levanté a las ocho y vi la avenida completamente vacía, un sol condescendiente y una brisa traída directamente de la bahía, fresca como una caricia, lo primero que pensé fue en correr. Correr me gusta.

Empieza a tomar forma una idea que se me ocurrió en el km 5 de la salida de ayer:

¿Por qué no trasladar el Gran Círculo al parque? No tendría problemas con el agua, nada de mochilas de hidratación incómodas, ni cinturones, ni llaves, ni móvil… Agua cada 4 km.

¿Por qué no intentar hacer los 15-20 km en el parque? Sin tener en cuenta el tiempo ni los ritmos, solo la distancia. Calculo unas 15 vueltas si hago el tramo lineal completo y 22 si hago el tramo que más me gusta y giro en la fuente.

¿Por qué no intentarlo?

jueves, 21 de julio de 2011

FALETE AL SOL



19:00 de la tarde y 30º al sol. Un delicioso viento de levante ¿Os he dicho que el levante y yo ya nos llevamos bien? Pues si. Hemos fumado la pipa de la paz. El sopla y yo me aguanto.

Antes de continuar:

Lunes: Fitness. Piernas, bíceps y pecho (moderado) Agujetas en las piernas como viene siendo habitual.

Martes: 1h´10´´ a 7´/km para 9,850 km.  Los 15 primeros minutos una tortura con las piernas, como si fuesen de hierro o estuviesen forradas de plomo. Genial de respiración, de pulsaciones., de todo cintura para arriba. A trote cochinero elevado al cubo constato que, poco a poco, todo fluye, como el agua de un río, como las olas del mar, y entran (las piernas) en calor y luego ya no quiero parar porque me siento feliz… Ya sabéis. Llego a casa como si en lugar de estar una hora corriendo hubiese ido al cine a ver una peli y comerme unas palomitas. Merece la pena sufrir 15´ y disfrutar 45´

Miércoles: Doblete.

·        Repito: 19:00 de la tarde y 30º al sol. Un delicioso viento de levante. Como por arte de magia las agujetas han desaparecido. Así que me apetece muchísimo probar la recomendación de RA y hacer un fartlek piramidal. Y que mejor escenario que a 30º al sol y con una suave brisa…de levante. No hay nadie en el parque. Mis zapatillas nuevas, una gorra y solano. Hago 15´de calentamiento y las piernas perfectas. Es increíble. Ahora que se habla tanto de la importancia del cochinero, os digo que si, que es cierto. Comienzo la primera serie 1x1; 2x2; 3x3 y casi me muero ¡Dios! Este es más complicado que el de la semana pasada, sobre todo el tramo final. Vuelvo a repetir la serie, me siento como si estuviese en competición, vamos en una carrera, y en la tercera, cuando estoy por acabar los 3´ rápidos un dolor en el talón, sigo porque me quedan unos segundos de nada y cuando al fin acabo (los 15 segundos más largos que recuerdo) me miro el talón y veo ¡una ampolla! ¡y además sangrante! Doblo el calcetín a modo de tirita y para casa medio cojeando. Nunca me había salido una ampolla, se me ha caído una uña y otra esta negra, pero ampollas no.

·        Fitness.  Tríceps, hombros y espalda (intenso) Ningún problema. Completo las series cómodamente. Es fácil comprenderlo y es que el fartlek no lo he hecho con los brazos sino con las piernas y las piernas se trabajan los lunes. Esta todo pensado.

Mi idea es meter una sesión de cambio de ritmo a la semana y veremos que pasa, si paso de trotona feliz (mi ego sangrante esta doblado de dolor) a corredora formal mientras sigo con mis pesas por grupos musculares, de tal manera que el rodaje cochinero ayude a aliviar las agujetas de las sentadillas y las zancadas y me deje a punto para el fartlek.

Jueves: Mañana saldré a intentar hacer un progresivo y no es que sea masoca, se supone que debería descansar, pero el viernes me voy a Salamanca y mucho me temo que hasta el lunes nada de nada. Si mañana no salgo, tendré remordimientos.

PD: Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo y de hacerlo bien. Sigo con energía a tope, si pudiese sintetizarla os la vendería en el mercado negro… Cara por supuesto.


martes, 19 de julio de 2011

¿Con qué dedo te quedarías…



… Si te diesen a elegir?

Mi abuela, en ese alarde de sabiduría del que hace gala tirando de refranero popular, suele hacerme esta pregunta cuando se trata del amor de los hijos si se ha visto de alguna manera cuestionado:

Abuela ¿Tú a que hijo quieres más? (soy una nieta ideal)
A todos los hijos se quiere por igual.

Y obviamente es cierto, pero para dar una nota empírica al asunto, que hubiese quedado muy tierno y loable sin mayores demostraciones, levanta la mano (esa mano que hace magdalenas) remolinea  los dedos, los abre en abanico y te hace la preguntita de marras con cara de psicópata:

¿Con que dedo te quedarías si te diesen a elegir? Los quieres a todos por igual ¿Verdad?
Abuela, yo solo quiero magdalenas…

Independientemente de que en una sala de torturas imploraría llorando que me respetasen el pulgar y el índice si tuviese de verdad que elegir (que horror) a mis deditos los quiero  todos por igual. Como dice mi abuela.

Inciso: Acabo de acordarme de una escena de la película de Quentin Tarantino, Reservoir Dogs, cuya canción acompañante le viene al pelo a esta entrada.
No hubo cortamiento de dedos, hubo cortamiento de oreja a ritmo de “Stuck in the Middle with you”
En mi caso, y con las orejas de soplillo que tengo, hubiese tenido que emplearse a fondo (¡Que horror! ¿Qué he desayunado yo esta mañana? ¿Será consecuencia de los recién estrenados faletes?

En estos casi seis meses, a veces me he sentido en el medio de dos posturas que se empeñan en parecer contrarias. De tal manera, en un sitio me dicen que complemente correr con las pesas, dando prioridad por supuesto a estas, y en el otro, lo mismo, pero a la inversa.  No quieren ser amiguitos.
No vas a progresar ni en lo uno ni en lo otro es la conclusión que extrae tanto el león como el jilguero. Y puede que ambos tengan toda la razón del mundo, pero no voy a entrar en esa discusión simplemente porque no me interesa. Les escucho a todos, por supuesto, y al final, siempre hago lo que me apetece, esto es, aunar dos cosas que me gustan. Y además con ganas y poniendo el mismo empeño en la una como en la otra.

Te lesionarás
Lesionadísima estoy. No me puedo ni mover.

Ahora que me siento con energía, que llevo dos semanas con un subidón que no se de donde sale y con la sensación de que podría comerme el mundo con papas, debería (tela con los debería) canalizarlo al running o al fitness, pero como soy una mujer generosa y tengo un corazón que no me cabe en el pecho, abro mis brazos en cruz, abarco lo inabarcable (ya veremos) llamo a mis hijos, a los que quiero por igual, y nos fundimos todos en un Abrazo Teletubbies.

Y mientras que suene aquello de:

Clowns to the left of me
Jokers to the right
Here I am
Stuck in the middle with you.



domingo, 17 de julio de 2011

X C.P PLAYA DE LA BARROSA. HOMENAJE A RAFAEL CARMONA PÁEZ

Una mañana preciosa, un calor considerable y una carrera de 8 Km. por la playa. El plan perfecto.

No voy a extenderme demasiado en esta crónica hablando de mí porque creo que eso sería restar mérito a la verdadera protagonista y campeona, Manoli. La idea, en esta ocasión, ha sido ejercer de partner y, a no ser que ella digo lo contrario, creo que he aprobado con nota.

Coincidimos en la zona de recogida de dorsales y hacemos las debidas presentaciones. Manoli esta hecha un flan., habla y habla y habla. Dice que no esta nerviosa, pero se le nota a leguas que si. Tener nervios antes de una carrera es normal y si encima es la primera, inevitable.

Caminamos por la playa y vemos lo habitual en estas carreras, mucho club y mucho, mucho galgo perfectísimamente depilado (¿Cera? ¿Fría o caliente? ¿Cuchilla?) Nos encontramos a Carmelo, al que nombro desde ahora D. Quijote runner de cai y que merece, el solito, una entrada entera. Me alegra verle, hemos coincidido en 4 de las 5 carreras y creo que me da suerte.

Faltan pocos minutos para el comienzo, por mi parte no siento mariposas, ni nervios, ni nada. No parece que vaya a correr. Miro a Manoli y parece tranquila también. Le sugiero el fondo por supuesto, nuestros ritmos son similares y es nuestro lugar natural, así evitaremos el famoso “Efecto Dorsal” que te puede jugar malas pasadas.
Le hago unas recomendaciones previas, algo así como el “Manual de instrucciones para la primera carrera”

Olvídate del resto de corredores.
Haz tu carrera
El logro es acabar

Sufrir en la primera carrera no tiene mucho sentido. Puede pasar que se te quiten las ganas para siempre.

Cuando suena el pistoletazo de salida, salimos ligeramente más rápidas, dejamos que los que corren rápido vayan a lo suyo y adelantamos a los que van más despacio que nosotras (aunque parezca increíble los hay) El ritmo es cómodo y ambas vamos perfectamente. El calor es, de todo, lo que más miedo me da, porque yo soy una corredora nocturna, de las que sale pasadas las ocho de la tarde. De cuando en cuando, miro a Manoli y me sorprende su entereza. Los 2 primeros km pasan rápido y descubrimos que el circuito, en principio pensado en un tramo de 4 km de ida y vuelta, es en realidad un Arriba-Abajo igualito al parque, los que te machacan el coco.

En el primer tramo, la arena es compacta y dura, apenas cuesta correr por ella, pero a medida que vamos haciendo kilómetros, las pisadas de otros corredores forman surcos, agujeros, y hay montones de pequeños charcos que la marea en su retroceso ha ido dejando tras de si.  El viento de poniente es agradable en nuestro recorrido por el km 3 pero hay que pagarle tributo: te frena., sin embargo, acostumbrada al viento del levante, que es un muro de aire caliente, la brisa que sopla intensa pero fresca es un bálsamo.

No me encuentro ni bien ni mal, simplemente corro y Manoli va de lujo.

En el km 4, segunda vuelta del circuito, somos testigos de primera mano de la entrada en meta del ganador. Algo increíble. Un chico escuálido, de piernas eternas, hace sus últimos metros sin apenas rozar la arena, veloz como el viento, aclamado por decenas de vítores y aplausos. Y ahí estamos nosotras, dos mujeres paquetillo, contagiadas del clamor, espectadoras de lujo simplemente por ser las más lentas. Pero aunque los aplausos no sean para nosotras, le digo a Manoli, nos vienen de perlas.

Ahora sí que sí, eso que llamáis flow, me llega con un ligero cosquilleo que comienza por los dedos y me sube por los brazos. Ya estoy. Supongo que se le puede decir el estado de estar colocado en una carrera. Ahora lo que me echen.

Lo curioso es que Manoli, que a todas luces ha hecho los primeros 4 km más cómoda que yo, empieza a sufrir en este preciso momento. También es normal. A mí me paso en el km 5 de la primera carrera: aparece su monstruito.

Creo que lo mío es una cuestión de acomodar el cuerpo. Soy algo así como un motor diesel, no voy a ser rápida nunca, me hago a la idea, pero resistente puedo serlo  un rato largo. Solo tengo que escuchar a mi cuerpo, dejar que él decida. Si él quiere –y necesita- empezar muy despacio para ir subiendo progresivamente, pues se hace. Siguiendo esta regla sé que todo va a ir bien.

Hago un esfuerzo considerable por recobrar la conciencia (no es broma, cuando digo que me voy es que me voy, no veo a nadie), salirme de mi estado de zancada-zancada-zancada; línea recta-línea recta- línea recta y le pregunto a Manoli ¿Cómo vas? Así, así. Vale, el “así, así”, al igual que los ¡Uf! de distinto tipo significan en el argot runnero, chungo de nivel 8 en una escala de 10. Un 10 es directamente: No puedo.

Le digo a la compañera que a la mínima señal de malestar o sufrimiento excesivo, baje el ritmo todo cuanto pueda hasta que recupere lo suficiente como para volver a apretar sin sentirse incómoda. Más o menos se lo dijo en números: Ponte a 7´ o 7´5, incluso 8´ y en ese momento, sufriendo como un mono, me contesta: Eso si que me pone nerviosa, Danae, que me digas los ritmos. Chitón, pienso yo. La entiendo perfectamente. En adelante sustituyo los ritmos numéricos por los: ¿Bien? Así, así… Pues frena un poco.

Y así, a lo tonto, ya estamos en el km 6 y la carrera esta en nuestras manos. Voy muy bien y Manoli va sufriendo, pero no va a parar, de eso estoy segura. La capacidad de sufrimiento de una mujer que ha perdido en un año una cantidad nada desdeñable de peso, con la voluntad y el empeño que hay que poner en ello, sumada a la ilusión de preparase para la nocturna de Sevilla (12km) simplemente porque vio a los corredores por la ventana y se dijo a sí misma Yo también quiero estar ahí, no es moco de pavo. Es una runner en potencia. Y cuando una mujer se empeña en algo y deja sus inseguridades a un lado, que tiemble el mundo.

El último tramo de la carrera es apoteósico. A falta de 100 m para entrar en meta, le digo a Manoli que me de la mano. Levantamos los brazos y le digo: ¡Corre! ¡Corre! ¡Corre! En una carrera tienes que apretar al final, aunque entres muerto, es una cuestión de orgullo. Nos marcamos un sprint (4´ y poco) pletóricas de felicidad… Y de endorfinas. En cuanto cruzamos la línea de meta nos abrazamos orgullosas.

Creo que estará contenta. Yo lo estoy y mucho.

Por cierto, olvidé OTRA VEZ parar el crono,  a Manoli le pasó lo mismo (vaya par de dos). Calculo unos 55´ para 8 km, que no esta nada mal para estrenarse.

Pd: Me saludaron en carrera. Un chico gritó ¡Danae! Joer que ilusión…  Soy fácil de reconocer: paquetillo femenino de escasa estatura, pelo largo, y que suele entrar, generalmente, de las últimas.

Conjuntadas por casualidad y junto a Carmelo, D. Quijote runner de Cai


Increible lo que me esta pasando en las piernas... ¡Canijas!


De charla y corriendo a lo majorette...

viernes, 15 de julio de 2011

VAMONOS A LA FERIA CARIÑO MÍO (y un lindo gatito)



Es feria en San Fernando. La última de la provincia. Una feria que se vive sobre todo por las noches, dado el mes en el que estamos y el clima que le corresponde.
Es una típica feria del sur donde puedes hacer básicamente tres cosas: bailar (no necesariamente sevillanas), comer y beber.  También puedes montarte en los cacharritos, pero a mí hace muchos años que dejaron de interesarme., espero pacientemente a que lo hagan mis hijos mientras voy contando los minutos muerta del aburrimiento.

En base a eso, os resumo:

El martes hubo sesión de feria light. Esto es: Ojo que este domingo es la carrera, déjate de tonterías que ya nos conocemos. Victoria para Pepito Grillo.

El miércoles quedamos varias chicas del gimnasio a nuestra deseada y siempre anhelada escapada del verano y la sesión no fue muy light que digamos. Como suele decirse: Dime con quién andas y te diré quién eres. Empezamos nuestra, repito, anhelada escapada de verano con el siguiente planning:

Comida: ensaladilla de pulpo, cazón, paté, puntillitas y berenjenas rebozadas. Tres cervezas.

Caseta la Teja: Establecemos rondas. Pepito Grillo, en su afán por protegerme de todos los males habidos y por haber, sugiere rebujito y yo me bebo cuatro vodkas con limón. Ea.

Bailamos cosas como:

El tiburón se la llevó, se la llevó
Mami que será lo que quiere el negro (lo juro)
Rabiosa, estoy rabiosa
Salsa kururo

Aumentamos nuestro umbral aeróbico en zona B según la fórmula de Karvonen y nos integramos perfectamente con el ambiente pachanguero..

El jueves me levanté resfriada y un pelín resacosa. No pasa nada. A las 21:30 me fui al parque con la intención de hacer una hora, como de costumbre, pero algo diferente. Hice mi primer fartlek de verdad. El primero fue un tanteo, el segundo ya venía planificado de antemano. Dividí la hora de la siguiente manera: 15´ de calentamiento y cambios de ritmo 3X2 como me sugirieron Gonzalo y Titán; 6 repeticiones y carrera continua hasta alcanzar la hora, esto es, unos 15´ restantes y 30´ de fartlek.

Inciso: Esto que acabo de escribir es lo que siempre me salto de todos los blogs, que lo sepáis.

Empiezo bien el primer cambio de ritmo, las piernas perfectas. Es increíble la recuperación del domingo al jueves (no podía ni subir las escaleras) y creo que tiene mucho que ver la carrera continua a paso pato del lunes. Ahora entiendo porque habláis de rodajes regenerativos, recuperadores y demás. Es cierto. Ni rastro de las agujetas (Igual fue el vodka).
Dejo esos dos minutos de recuperación y en el segundo percibo que la cosa ya no es tan fácil. Vamos, que esto difiere bastante de los rodajes a mi estilo: Que bonita es la naturaleza ¡Mira qué puesta de sol! Me siento feliz… Nada que ver. Esto es más duro. Esto es satisfactoriamente más difícil… Y me gusta. Estas pendiente del crono, tratas de respetar el ritmo inicial rápido que te marcas, te das cuenta que te has pasado y aún te quedan tres repeticiones más, sumas de mala gana un minuto más de recuperación a las repeticiones que te faltan prometiéndote a ti misma que en la próxima no vas a hacer concesiones de ningún tipo, sientes el corazón desbocado, cuando vas más rápido ya no te pasan tan a la ligera, cuando estás en recuperación ya no vas tan despacio como en las recuperaciones anteriores, ves que el tiempo es relativo, no piensas en nada… Un descubrimiento agotador pero la mar de gratificante. Me recuerda a las series de pesas cuando sabes que aún te quedan 2X16 de bíceps por ejemplo y ya te pica el músculo y te concentras, respiras, tratas de relajarte y vas que ya no puedes, te tiembla todo y al final lo haces y si no lo haces hasta te mosqueas. Pues igual. Me voy a hinchar de faletes.

Y un lindo gatito.

Estoy a lo mío, a mi fartlek recién descubierto y de repente lo veo. Diminuto. Blanco y gris. Tan pequeño que casi lo puedes abarcar con la mano. Tembloroso. Con un hocico diminuto, unos ojitos diminutos, unas orejitas diminutas, unas patitas diminutas… Diminuto todo.

Miau…

Solo. En el mismo sitio vuelta tras vuelta. Nos miramos. No se mueve. Ahí quietecito con sus patitas juntas y su cresta punkie de color gris… Inhumano.  Aprovecho uno de los ritmos de recuperación para tocarle la cabeza. Que tortura.

Miau…

¿Me lo llevo? No puedes llevártelo. Sabes que en casa todos son alérgicos al pelo de gato ¿Y si lo escondo en el balcón? No puedes ¿Y si se muere? No se va  morir. Puedo buscar a alguien que se lo quede. Nadie quiere gatos…

Mientras voy mirando el crono: rápido, despacio, rápido, despacio…

Miau…

¿Dónde esta la puñetera madre gata de este gatito, por dios?

Soy una mujer. Llevo un software de serie instalado de nacimiento que me obliga a cuidar de cahorritos desvalidos de cualquier especie. Como si son huevos de lagartija.

Entre la tortura psicológica del parque Arriba-Abajo, los cambios de ritmo con su correspondiente ración de endorfinas y dejar gatitos desvalidos a su suerte, dentro de unos meses me saldrá barba, me sentaré con las piernas abiertas y la mano en la entrepierna, diré improperios y me sonaré los mocos al estilo Gonzalo.




martes, 12 de julio de 2011

LA CABRA SIEMPRE TIRA P´AL MONTE


Semana pletórica de energía. Como ya dije, al 100 %

Comienzo el lunes con una sesión light de pesas, en mi línea de muchas repeticiones y poca carga. Salgo del gimnasio con la impresión de no haber hecho absolutamente nada. El martes, probé con un fartlek, cambios de ritmo o en su versión forera, faletes.  5´ de calentamiento y 1 minuto fuerte y otro tranquilo y así hasta 15 veces.  Fácil. La próxima complicarlo un poco, un 2x2 (agradecería enlace donde aprender nomenclatura específica de running. Gracias) El miércoles, nueva sesión de Fitness con las mini mancuernas y los mini pesos., las mini amarillitasEmpieza a mosquearme esa sensación de vacío, de no hacer nada. Ya sabéis, en el gym si no duele, es que no te sirve. El jueves, cambié el itinerario acostumbrado y me fui al parque. Buena idea. No tengo que llevarme agua porque cada 2.8km tengo una fuente. Lo malo del parque es que el entrenamiento no es tan solo físico sino psicológico:

Arriba
Abajo
Arriba
Abajo

Hice un rodaje progresivo (1h) de menos a más. Empecé muy despacio a 7´ y pico y acabé en torno a 6´ o incluso por debajo ¿Cómo lo sé si no tengo Gps? Bueno, en  los registros que conozco lo se por intuición, los demás tomo referencia de otros corredores. Vale. Es un poco la cuenta de la abuela, pero cuando llego a casa y hago mis cálculos de la distancia-tiempo siempre me cuadra.

Y aquí viene el viernes. El viernes le da sentido al título de esta entrada.

La cabra soy yo. La cabra que se tiró p´al monte sin pensar.

Gimnasio. A la pregunta ¿Qué toca hoy? Gigante Verde dice: Un completo. Risas y cachondeo del púlpito femenino y cara de póquer del chico nuevo de la oficina, que va a durar dos días, y  no entiende (o aún no se ha dado cuenta), que a Gigante Verde le gusta Russell Crowe tanto como a mí, y no precisamente por sus cualidades interpretativas.

Entonces ocurrió. Y no, no fue sin querer queriendo que diría el Chavo del 8, fue queriendo y mucho.

Hice la sesión de Fitness más bestia que recuerdo en muchos meses. Fue amor. Estaba junto a las barras y las mini pesas amarillitas y de repente (interpretación con licencias literarias) las luces se apagaron, un foco de luz brillante se centró sobre mi pesa roja y yo y escuche de fondo una preciosa canción de Alanis:

I thought we’d be simple together
I thought we’d be happy together
Thought we’d be limitless together

¿Quién puede resistirse a eso? Así que cogí dos rojas, dos azules y dos amarillitas por si acaso y me comporté como si no hubiese un mañana, canalizando cada gota de energía en las series. Estaba eufórica. Y la euforia no es exclusiva del running, que va, es igual, por más que os empeñéis en establecer diferencias. Endorfina y deporte van siempre de la  mano.

No tuve ningún problema. Energía a raudales. Gigante Verde, encima, se acerca y me dice: Estás que te sales. Toma ya.  Y el chico nuevo de la oficina, el que va a durar dos días, flipando en colores. 

¿Y qué pasó después?

Pues después de los ¡Vamos, vamos! ¡No hay dolor! Todo esta en la cabeza… que tanto nos gustan (no solo a mí, a TODAS) vinieron las agujetas.

Dije que no recordaba una sesión tan bestia de Fitness en mucho tiempo y tendría que haber añadido que no recordaba unas agujetas tan mortales en mucho, mucho tiempo.

Ibuprofeno. Piernas en forma de V. Imposibilidad de bajar las escaleras. Peor si intentaba subirlas. Horroroso.

El sábado no hice nada porque me dolía todo y el domingo fue aún peor.

Ayer lunes, en compensación, hice un rodaje suave de 1h30´ (Un 2x1 por saltarme el domingo) a un ritmo lento, dejando que me pasase todo dios, rodando, rodando, rodando y sin ningunas ganas de parar. Con deciros que llegué a la puerta de mi casa e imaginé que en cuanto llegase me tendría que poner a hacer la cena, mandar a los niños a bañarse, recoger, tirar la basura… Dios, que me pareció mucho más cansado eso que rodar y rodar y así lo hice.

En casa hora y media después con la batería casi intacta.

A 7´ hago yo una media mañana si es preciso. 

domingo, 10 de julio de 2011

¡MARÍA! ¡QUÉ ME LO QUITAN DE LAS MANOS!


Las bragas a  leuro María! A leuro! Los sujetadores, los leggins.,  a leuro, leuro, leuro! Qué me los quitan de las manos miarma!

Incentivar la lectura y renovar la ropa interior.

 Voy a cambiar de zapatillas. Están trilladas, sucias y han cedido. Los pies me bailan dentro y además, no son específicas de running, son para  caminar. En realidad, podrían aguantar un par de meses más, pero no tanto como para que lleguen a las rebajas de enero.

¿Y qué mejor momento para cambiar de zapatillas que las rebajas? Voy a contaros un secreto:

No pienso gastarme 100€ en unas zapatillas para correr

Jamás. A lo sumo 60 € y reconozco que ya me duele. Ya  lo he dicho.
Podéis insultarme, desagregarme de vuestros blogs, acusarme de mala runners, contemplarme con desprecio… Y yo os diré: el qué este libre de pecado que tire la primera piedra ¡Qué ya solo quedan números sueltos mandriles!

Pensemos en un modelo concreto. Alguno de nueva temporada que tenga los avances tecnológicos ¡Oh, maravilla! desconocidos hace tan solo unos meses y que se han descubierto o mejorado en arduas horas de trabajo por unos científicos locos, encerrados en su laboratorio, sin comer, sin dormir, mezclando polímeros, recortando plantillas, ensanchando, distribuyendo… hasta que consiguen crear la nueva, sorprendente, original y única en el mundo zapatilla para correr:

Por ejemplo, la Asics Gel Kayano 17. PVP: 169€. Peso: 351 gramos.

Una virguería.

Realmente cuesta lo que piden, no me cabe la menor duda. Desde la suela Gel doble Duomax y su conjunto de ojales encapsulados en el upper, pasando por su sistema Biomorphic que confiere estabilidad a la pisada y menor pesadez a las piernas, sin olvidar por supuesto las propiedades antibacterianas de su plantilla de quita y pon y su no menos importante sistema de guiado IGS con la suela, media suela, de Solyte, aderezado con  DuraSponge en la zona del antepié y su AHAR+  y con el famoso y único avance tecnológico Trusstic, que permite la independencia de la parte delantera y trasera del pie de forma no lesiva y terminando con su sistema reflectante, entiendo que 169€ no es nada. Es más, después de leer (y entender) cada dato tecnológico, determino que yo pagaría por lo menos 200€

Si es que nos quejamos por vicio.

Lo que pasa es que no me siento merecedora de tamaña zapatilla. En serio. Yo, una neófita del running… Así que os la dejo a vosotros, galgos e inteligentes corredores, que de verdad os las merecéis, de todo corazón, mientras me agencio unas simples (y baratas) zapatillas de correr que no superen los 60€

¿Algún mercado negro?


jueves, 7 de julio de 2011

X CARRERA POPULAR PLAYA DE LA BARROSA.

El 17 de Julio (Chiclana) 8 km.


 Hace al menos 15 días que estoy apuntada a esta carrera, pero no he hablado antes de ella porque no voy a considerarla como una carrera en si, con lo que implica, donde se supone que lo das todo y más y te esfuerzas y mejoras tu marca y bla, bla, bla… Quiero que sea algo más de relax.

Voy a correr esta carrera con Manoli, una compañera del foro. Me hace muchísima ilusión.

Para empezar casi no nos conocemos, y digo casi, porque el día que me llamó en la carrera de Dos Hermanas, a la altura del km 5, la vi y no la vi, de lo zombie que iba, le di dos besos, me dijo: “¡Pero no te pares!”  Fíjate tu lo que iba a perder en saludarla ¿Tres segundos? Vamos la medalla de bronce…

Es una bonita forma de conocerse en persona y en condiciones. En una carrera.

La cuestión es que lleva dos meses corriendo y cuando supo de esta carrera me preguntó si nos apuntábamos juntas y yo le dije que si. Ahora entiendo que hay dos situaciones a las que no puedo decir que no: si me regalan (en realidad lo pedí) un dorsal y si alguien me pregunta que si quiero participar en una carrera con él o ella.

Cuando era niña siempre me estaba metiendo en líos por ser tan impulsiva. Me gustan las aventuras. Una vez, me quedé paralizada del miedo en lo alto de un tejado de un cine ya desaparecido. La culpa la tuvo mi hermano Miguel, que era –sigue siendo- un cafre. Llegamos del colegio por la tarde y estábamos solos.  Subimos a la azotea. Desde allí se podía ver toda la plaza de la Puerta Jerez (Sanlúcar de Barrameda) y la casa de mi tía, solo separada por el cine y su tejado (tejado antiguo, de tejas y con forma de V invertida, claro) Mi hermano me propuso llegar a casa de mi tía a través del tejado, al parecer, él ya lo había hecho otras veces.  Desde la azotea de mi casa hasta la azotea de la casa de mi tía podía haber sus buenos... ¿Cuánto puede medir una sala de cine de las de antes? Pues eso es lo que medía el tejado. En realidad había montones, decenas de casas comunicadas por tejados y patios interiores, así que viéndolo de esta manera no me pareció una hazaña tan difícil. Mi hermano pasó primero y sin problemas. Es un mono. El eslabón perdido el tío. Y yo me dispuse a seguirle. Bien al principio, fácil, la curvatura del tejado no era demasiado inclinada...Y de repente, me asusté. No sé que fue, hace demasiado tiempo, solo sé que me quedé paralizada del miedo. Lo único que podía hacer era subir hacia arriba y me quedé allí, justo en el borde, asomando la cabeza. Un viejecito de los muchos que se sentaban en aquella plaza, se dio cuenta que la cabeza de una niña asomaba por el borde del tejado y se lo dijo al viejecito de al lado, que a su vez se lo dijo al resto de los viejecitos y en menos de lo que canta un gallo, la plaza era un pópulo de viejecitos. Mi hermano me llamaba, yo lloraba. Al final conseguí –no se como- retroceder lo poco que había andado por el tejado y volver a mi azotea y nunca, nunca más volví a subirme a un tejado. Se ve que a los viejecitos nadie les hizo mucho caso, porque nos escondimos y por allí no apareció nadie. Mi hermano me dijo que era una cagada y fin de la historia.

Volviendo al tema carrera, que me disperso. Lo que quiero decir, es  que las cosas sin planificar tienen un punto la mar de emocionante aunque a veces te puedan llevar a situaciones terroríficas.

¿Y por qué no la voy a considerar una carrera más?  Por qué no pienso sufrir (miedo, tengo miedo). Es más, voy a correrla con el bikini puesto y en plan “flower power” A no ser que Manoli disponga otra cosa.

Manoli lleva una progresión espectacular. Prácticamente ya llevamos el mismo ritmo y eso que empezó hace dos meses, así  que tengo que darme prisa porque cuando lleve los 5 que llevo yo, la que me tendrá que acompañar será ella a mí. Pero por ahora disfruto del privilegio de hacer de partner.

Pienso que será una bonita experiencia. Intentaré que sufra (y de paso yo) lo mínimo para que le queden ganas de repetir. Una carrera de menos a más. Lo perfecto sería que completase los 8 km y si de paso me dice “La próxima…” entonces será la perfección al cubo.

Con lo pocas que somos, estamos como para quedarnos en el arcén.

lunes, 4 de julio de 2011

RESISTIRÉ PARA SEGUIR CORRIENDO


Resistiré para seguir corriendo
Descansaré lo justo para volver a correr
Y aunque los vientos del levante soplen fuerte
Soy como el junco que se dobla
Pero siempre sigue en pie.

El futuro... Y la parte de atrás con compartimento para el agua.

 Propósito del verano: RESISTIR a la estación.

Ayer ¡Aleluya! Bajaron bastante las temperaturas después de unos días de infierno. Ni siquiera tuve que esperar a la noche para poder salir, una brisa fresca permitía el rodaje con un mínimo de calidad y dignidad. Vamos, que no me arrastré por el asfalto como un gusano, lo hice como una tortuga borracha.

Antes de poneros el resumen de la semana dejadme hablaros de un descubrimiento importantísimo; un descubrimiento a la altura de la rueda o el fuego que marcó un antes y un después en la existencia humana; un descubrimiento que nos hará, a nosotras las féminas, libres como el viento…

Los botellines de agua de 33cl se pueden sujetar con los –valga la redundancia- sujetadores deportivos.

Así es.

Muy fuerte.

Iba yo corriendo cual gacela en la sabana africana,  cortando el viento a mi paso y causando admiración sin par por mi estilo de zancada y postura fruto de las sesiones de skipping (nada más lejos de la realidad) maldiciendo como siempre mi botella de agua cuando ¡Oh! Se me ocurrió una idea. No hubo un boceto previo, ni una maqueta a pequeña escala. Nada. Fue un acto fruto quizá de una tierna imagen infantil: mi abuela guardando el monedero en las profundidades cálidas de sus mamellacas, y también el pañuelo y no se cuántas cosas más pudieran caber (y caben) allí.

Levanté uno de los tirantes del sujetador deportivo y coloqué mi botellita en la espalda, de lado, justo en el omóplato izquierdo, y ahí se quedó, firmemente sujeta, inamovible, a prueba de saltos… Algo increíble.

Sometiendo el experimento a la debida prueba, corrí un kilómetro muy pendiente de mi avituallamiento personal y nada, como un clavo.

Los sujetadores deportivos son armazones. Tiene que ser así. Yo los tengo de distintas marcas y colores pero los que más uso son los baratos del Decathlon (14€) Tengo de la marca Nike, carísimos y muy buenos; Adidas, regular; Oysho, geniales para dar saltitos y hacer pesas pero NUNCA para correr y del Primax a los que no se les puede pedir que duran más que unos pocos meses.

Para  ser sinceros, casi cualquier sujetador de tirantes anchos y copa pequeña me sirve. Compañeras del foro se quejan de lo contrario, de lo difícil que es encontrar un buen sujetador deportivo que haga su función correctamente y de lo caros que son.  Por ejemplo a C y M no les van bien los Kalenji, y eso que los tienen en  todas las copas y tallas (A B C D ) porque se mueven en torno a la copa D (la envidia me corroe) y para sujetar eso, se necesita un armazón doble blindado. No es mi caso. La naturaleza, en su infinita sabiduría, fue parca y cicatera conmigo, adelantándose a mi futuro de corredora.  Me dotó de otros atributos, como una alta capacidad cognitiva y un físico fuerte. La naturaleza lo sabía, ahora lo entiendo. Habéis de saber, suricatos de la pradera, que TODAS, absolutamente todas las féminas de mi familia, y eso incluye a mi propia madre y hermana, se quejan de la abundancia, mientras yo lo hago de la ausencia.

Con esta parrafada lo que quiero decir es que los sujetadores deportivos no son un problema para mí y que enganchar una botella con el tirante del mismo y que apenas se altere la función sostenedora de la prenda, tampoco.

Llevé la botella de esta manera unos 3km más o menos, hasta que entramos en terreno urbano y la gente volvía la cabeza para mirar y entonces me entró vergüenza (tonta yo) y la saqué de su sitio para llevarla nuevamente en la mano.

Ahora sí, resumen de la semana:

Lunes: Fitness (suave. Muy cansada)

Martes: -

Miércoles: Fitness (suave. Algo mejor)

Jueves: 25´ con los enanos por la playa. 30´ a 6´5. Malas sensaciones. Pesadez, cansancio, pulsaciones aceleradas.

Viernes: 30´ a 7´por la playa. Me salté la clase de Fitness y no tuve remordimientos (exclamación del púlpito) Me sentí muchísimo mejor. Las piernas suaves y sin sensación de pesadez y lo mejor, conseguí desconectar, perderme, evadirme, olvidarme de mi propio cuerpo, centrar la vista en un objetivo y conseguir desdibujar todo lo que me rodeaba. El Nirvana, vamos. Lo que más me gusta cuando corro.

Sábado: -

Domingo: 1h´00 para 8,797 . No fue la mejor hora, pero tampoco la peor. En una escala del 1 al 10, un 6. Bien. Las ha habido mucho mejores, pero también mucho peores y las he hecho.

Estoy contenta. Me siento recuperada al 100%

El mes de Junio ha sido un mes tonto (decir malo significaría decir “no he salido a correr” y eso no ha sucedido) de subidas y bajones, un poco loco.
El mes de Julio se presenta sin embargo como una promesa. Quiero seguir con la suma de kilómetros y tratar de superar Mayo: 106.47 km  (Junio no creo que llegue ni a los 60) reconciliarme con el calor, aceparlo y, como dije al principio, RESISTIR.

¿Quién dijo que correr era fácil?


viernes, 1 de julio de 2011

COME, BEBE, DESCANSA.


Descanso a medias, claro ¿En qué consiste descansar? ¿En pasarse dos, tres, una semana, espatarrao en el sofá viendo la tele y comiendo palomitas? Yo no puedo hacer eso ¿Ni siquiera largos paseos? ¿Nada de nada? Eso no es descansar, eso es un aburrimiento.

Cualquiera que lea esto pensará que soy un culo inquieto, que no paro un momento, hiperactiva, de esas personas que hablan por los codos y se mueven, gesticulan y te ponen de los nervios. De las que cansa solo mirarlas. Nada más lejos de la realidad.  Soy bastante tranquila y observadora, más de las que escuchan que de las que hablan. Es simplemente que necesito hacer deporte.

Después de la carrera del sábado hasta yo misma entendí que necesitaba descansar unos días. El domingo lo pasé, efectivamente, tirada cual larga soy –poco-, en mi chaise longue, haciendo crochet, viendo la porquería que ponen por la tele, releyendo a Palahniuk y bebiendo y comiendo. Mucho. Si las personas tenemos aproximadamente un 60% de agua, yo estaba con los niveles a medias, por eso no quería más que beber y comer. Y comer porquerías además.

El lunes sin embargo, el plan descanso soffing ya no me parecía tan atractivo.  Me sentía inquieta, nerviosa, culpable, extraña. Así que me fui a la clase de fitness de las nueve y descubrí que todavía estaba cansada aunque pensase que no.

No podía terminar ninguna de las series de tríceps, bíceps y pecho. He bajado el peso de tríceps y bíceps y ni por esas conseguí acabarlas. Las manos me temblaban, las pulsaciones altísimas  (no llevo pulsímetro al gimnasio, pero no creo que haga falta para saber cuando tu corazón le da por hacer Batuka), sudaba a mares., un horror. Cuando me di cuenta de que no estaba fina simplemente agarré las mancuernas más pequeñas de todas (1k), quité las rojas de 10 para el pecho y puse las amarillitas (en diminutivo) y me dispuse a pasar la hora haciendo el tonto, al fin y al cabo mover los brazos arriba-abajo tiene que ser bueno para las articulaciones. Entonces todo fue más o menos bien. La cuestión es que si esto ocurre hace apenas un mes, me muero del disgusto ¿Yo? ¿Pecho con las amarillitas?  ¿Cómo las nenas que empiezan y siempre dicen: Es que no quiero ponerme tan fuerte y hay que explicarles a las chiquillas que eso cuesta un huevo, que para eso necesitan testosterona y que nosotras (afortunadamente) de eso no producimos y aún así te dicen que nones y desaparecen un mes después sin que se vuelva a saber de ellas? ¿Las amarillitas yo? Pues las amarillitas oye. Y tan a gusto.
Y la cara del personal era de so what? Menos de S (monitor) que sabe el tema y me dijo con la mirada que si, que No Problemo.

El martes volví al sofá, y comí y bebí como un galo, haciendo hincapié en las cervezas fresquitas y los tintos de verano. Paseé por la tarde unos kilómetros y me di por satisfecha.

El miércoles en la clase de fitness, todo fue mucho mejor, pulsaciones correctas, temblor de manos desaparecido. Seguí con los ejercicios limitándolos al peso mínimo y me encontré muy bien así. Hicimos espalda, piernas y hombros.

Ayer jueves, pensé que ya estaba bien de tanto descanso y que saldría a correr. Me llevé a los enanos a la playa y corrimos juntos. Como es una actividad nueva para ellos, hicimos 25´ de la siguiente manera: 2´a – 2´c. Les dije que tenían que ir lo suficientemente despacio como para poder hablar con comodidad y así hicimos. Una gozada. Los dos aguantaron bien. Mejor el pequeño de 12 años que solo pesa 35k y esta tan flaco que cualquier día el levante se lo lleva y la nena, a pesar de costarle más trabajo, más en mi línea: Qué bonito es todo… Mira mamá la puesta de sol…

Como calentamiento previo me vino de perlas. Luego su padre se los llevo a casa y yo volví corriendo. Nuevamente sin pretensiones, muy tranquila. Aún así me sentí de nuevo cansada, me costó encontrar buenas sensaciones, por no decir que no las hubo. No importa. Ya volverán. Si hay que buscarlas de nuevo pues se buscan.