martes, 26 de abril de 2011

HOY PUEDE SER MI GRAN NOCHE

Hoy para mi es un día especial
Hoy saldré por la noche
Podré vivir lo que el mundo nos da
Cuando el sol ya se esconde


Parte de la playa de Camposoto que conduce a la Punta del Boquerón


Tiempo empleado: 1h26´20
Distancia: 13 km
Ritmo medio: 6´38
velocidad: 9 km/h


Llevo unos días con la sensación de que mi recorrido (8-9 km) se ha quedado pequeño. Los dos rodajes precedentes de una hora me devuelven a casa relativamente fresca y eso hace que me sienta feliz por una parte e incómoda por otra.


Ayer iba a ser el gran día, pero por circunstancias adversas (visitas) he tenido que postergarlo para esta tarde.


Antes de salir, calculo mi ruta con http://www.mapitnow.com. Quiero que sean 12 km a 7´/km y quiero que coincida el final con la puerta de mi casa. Pienso que, en torno a hora, hora y media más o menos, y con ritmos lentos estaré de vuelta.


Piernas a la obra.


Hago el primer km (todo esto calculado con google maps) en torno a 7´2
Me acomodo a la carrera, suave, despacio. Siento perfecta la respiración, nada acelerada y lo único que me incomoda es esa desagradable pesadez de piernas que me acompaña siempre al principio.


Llego a la rotonda de Gallineras (3.9 km) en 24´20 lo que hace un ritmo medio de 6.14
Bajo el ritmo. Yo no quiero correr más "rápido" (aunque desde la carrera de Chiclana no sé que me ha pasado, que tiendo a apretar más y de forma natural) lo que quiero es correr una mayor distancia. Hago uso del METODO CONTENCIÓN y aflojo el paso.


Voy cómoda, voy muy cómoda.
Al desacelerar, al bajar mi ritmo, siento esas sensaciones mágicas que hacen que correr me guste tanto. De repente desconecto, como me pasa siempre, y la larga carretera de dos kilómetros hasta que comienza la "Ruta de la punta del Boquerón" se hace nítida mientras que todo lo que hay alrededor se difumina. La carretera es clara, la línea discontinua es más blanca, palpable; las palmeras, el mar a un lado y las marismas al otro, son imágenes borrosas, turbias.
Me centro en estas sensaciones, me gustan estas sensaciones y, de forma natural, el ritmo aumenta. No puedo evitarlo ¿Cómo lo se? No puedo saberlo de forma clara porque no llevo gps con medidor de ritmos, pero lo siento.


A la vuelta, cambio de planes. No voy a volver por donde he venido sino que voy a tomar por Gallineras, Ronda del estero y para casa: No creo que la distancia suponga mucho más de 500 m… Pienso en ese momento (luego resultó ser un km más) Y además voy muy bien… Así que adelante como los de Levante.


Antes de que lo olvide, la mayor parte del trayecto hasta aquí lo he hecho en camino de tierra, sobre todo de cara a la carrera de los Toruños. Es más incómodo que el asfalto pero las piernas sufren bastante menos.
Una curiosidad ¿Cómo es posible que los arbustos crezcan tan rápido en solo una semana? ¡Casi han cerrado el camino de tierra! Tengo que saltar, esquivar y frenar. 


Me araño.
Me gusta.
Anotado.


Es por Gallineras donde nuevamente intuyo que voy más rápido. Delante de mí va un chico con un ritmo superior al mío a una distancia de entre 200 ó 300 m. Le miro los hombros y me centro en ellos, mantengo la cadencia de la zancada y trato, no de adelantarle, simplemente mantenerle ahí y ¡lo consigo! Al menos durante kilómetro y medio la distancia entre nosotros se ha mantenido igual. Me hubiese encantado acelerar y peguntarle ¿Oye qué ritmo llevas? (necesito un GPS)


El problema es que ahora estoy cansada, he perdido el nirvana, noto las pulsaciones altas (las piernas bien, como siempre, las muy cabro**s se ve que les va la marcha) y sé que, o bajo de nuevo el ritmo o tendré que parar. Lógicamente opto por lo primero.


Unos cinco minutos he tardado en sentirme bien de nuevo. Miro el reloj y ya llevo 1h9´ El mismo tiempo que hice en la carrera (vuelvo a pensar que un GPS no me vendría nada mal), aún queda recorrido y estoy más o menos entera.


Cuando el reloj marca 1h18 vuelvo a sentirme cansada otra vez, pero no hago ni caso. Me pregunto a mi misma a modo de chequeo:


¿Piernas? Ok
¿Respiración? Sostenida. Ok
¿Dolor de cabeza, mareo, fatiga? Nada insoportable. Ok


Desacelero. Esa ha sido la tónica: Acelerar-Desacelerar para recuperar, y me ha ido bien. Unos minutos de ritmo lento y otra vez, de forma mecánica, más rápido.


Llego al portal de mi casa, paro el cronómetro en 1h´26´20 Cuatro minutos menos de lo que había planificado y un km más.


Feliz como una perdiz.


Sé que puedo correr más rápido. Lo sé. Es una cuestión de tiempo.
Por lo pronto me he sentido cómoda rodando a 6´38 cuando antes lo hacía a 7 y pico o incluso más. Al ritmo de hoy, aguantaba una hora a duras penas.
En realidad es fácil tener resistencia. Solo hay que frenar cuando estás cansado y retomar cuando recuperas.
Tengo que repetirme a mi misma una y otra vez que no hay prisa, que no llevo ni tres meses corriendo.


Lección de hoy:


Correr despacio mucho tiempo es relativamente fácil.


Correr rápido mucho tiempo es lo verdaderamente difícil.

8 comentarios:

  1. Poco a poco los entrenos se van notando y, sobre todo, las carreras que siempre dan un plus de mejora y motivación.

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  2. Tener (y contar) un buen día corriendo es de las mejores experiencias que hay. Ya te lo he dicho antes, el fondo lo tienes de sobra, debes centrarte algo más en la velocidad (series, fartlek, cambios de ritmo en tus rodajes, etc). La capacidad aeróbica la tienes superada por tus años de dar saltitos en el gimnasio. Pronto estarás por debajo de 6 min/ km y te parecerá de risa cuando corrias a 7. Pero varía el enrenamiento, los recorridos. Lo fácil es salir a correr en zona de comfort hora y media, varía metiendo un día de calidad y otro de algunas cuestas o así y prontro serás un tanque imparable.

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  3. Yo echo de menos esas salidas lentas donde realmente disfrutaba del recorrido. Ahora con la preparación de la media maratón las salidas van más a conseguir un objetivo y son "tan divertidas". Felicidades por tu hora y media...

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  4. El logro no es ir rapido,el gran logro y un gran sintoma de estar en forma es tener la sensacion de poder correr indefinidamente sin parar aunque sea despacio,yo ni rapido ni despacio estoy aun comodo corriendo y no encuentro aun sensaciones de lo infinito.Creo que tu vas en camino.
    Un abrazo.

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  5. Genial como vas progresando y disfrutando, tienes razon correr despacio mucho tiempo es fácil. Como te dice Gonzalo hay que combinar otros días que aunque se corra menos se meta más caña.

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  6. Muy buen relato-sesion de rodaje, Danae! y menuda progresión! Y lo que es más importante, disfrutando!!!
    Sigue así, que en cuanto te piques con la velocidad, también será emocionante, pero hay algo de sufrimiento que a mi parecer nos hace perder frescura.
    Un saludo

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  7. Danae, me presento ya como seguidora de tu blog, me alegra leerte y ver que eres también de las que disfrutas corriendo y yo siempre digo que las que corremos más lentas nos damos cuenta de más cosas, jajajaja

    Un saludo y por aquí estaré.

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  8. Gracias a todos por vuestros comentarios.

    Gonzalo Esa es la idea... en un futuro. Ahora mismo estos rodajes así sin más son una fuente inagotable de sensaciones. Quizás cuando empiecen a agotarse :)
    Estrella Pásate por aquí cuando quieras. ESta es tu casa ;)

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