2 horas 04´
Ese es el tiempo que estuve
trotando ayer.
Voy a ser sincera, voy a quitarme
el traje de madelman y a reconocer un hecho: estoy bastante acojonada. Pero ayer lo estaba mucho más.
Lo lógico, después de estar dos
horas al trote, sería decir que me duelen las piernas, que no puedo casi
caminar, pero no ha sucedido nada de eso.
Lo natural sería contaros que me
quité la camiseta (de algodón rosa por cierto. Carrefour a 3€) y estaba
empapada de sudor, pero no ha sucedido nada de eso.
Lo esperable sería hablar de lo
duro que fue el recorrido, como mi corazón latía, como el ritmo descendía a
cada minuto convirtiendo la segunda parte en un trote dificultoso, plagado de
paradas para beber agua, pero no ha sucedido nada de eso.
Y si lo dijera estaría contando
mentiras.
Ocurrió que mis piernas
aguantaron perfectamente el tirón y que las agujetas de gemelos que me
acompañan hoy son fruto del Fitness del viernes y del aumento de peso.
Pensé que las camisetas de algodón
son en realidad un buen complemento para medir la deshidratación ya que las técnicas
se secan enseguida. Mi camiseta rosa de ayer no estaba más mojada que
cualquiera en un día fuerte de gimnasio.
El recorrido no fue duro. El
recorrido fue maravilloso. Salí al atardecer, vi la puesta de sol sobre las
salinas y el río Arillo, el mar estaba embravecido y tenía el color del acero,
oscuro y denso. Los últimos bañistas abandonaban la playa, y el paseo de
tierra, con su canal natural de agua y su marisma a un lado, se iba quedando
vacío como en las tardes de invierno., como en mis tardes de invierno cuando empecé a correr. Luego seguí por
Gallineras e hice, a los 55´ un chequeo físico mental ¿Todo bien? ¿Piernas, respiración, pulsaciones? ¿Estáis todos bien?
Y todos estaban perfectamente. Llego a casa Titi,
ese restaurante con luces de neón que parece un lupanar, y ya es de noche.
Algunos me miran al llegar a la Ronda del Estero. Es sábado y es tarde. La gente
sale a pasear, a divertirse y yo estoy con mi trote por una zona de bares, pero
no estoy sola, otros corredores me acompañan tanto en la ida como en la vuelta.
En la Venta Vargas, lugar emblemático
de San Fernando, siempre ligado a la figura de Camarón de la isla, me doy la
vuelta. Lo hago a sabiendas de que llegaré al portal de mi casa más o menos en
dos horas, y así fue. No me encontré especialmente cansada, podría haber cambiado
el ritmo en cualquier momento, pero no lo hice ¿Para qué? Lo único que yo quería
saber ayer era si podía correr dos horas ¡y vaya si puedo! Me di cuenta que ni
siquiera respiraba por la boca, lo hacía principalmente por la nariz.
El recorrido no fue duro.
Pero estoy bastante acojonada,
aunque menos que ayer.
¿Qué se puede hacer en 19 días?
Poca cosa. Me da rabia no haber hecho la inscripción antes y seguir algún
entrenamiento específico, pero para ser sincera, ni siquiera sé de donde sacar
un entrenamiento específico para este tipo de carreras. Lo que voy a hacer
simplemente es trabajar muy duro con las pesas en las seis sesiones que quedan
antes de la prueba y hacer rodajes largos al ritmo más cómodo que pueda. Si
hago las cosas como ayer, empezando el trote muy suave, reservando en todo
momento hasta el km 20, parando si hay que pararse en las subidas (1/3 del
recorrido es arena suelta) puede que no tenga que sufrir demasiado.
De todas maneras la emoción
supera con creces al miedo.
Ese "miedo" del que hablas es respeto ante una prueba de la envergadura que vas a afrontar, pero viendo tu estado de forma después de esa tirada yo estaría animado y muy tranquilo. Lo vas a conseguir.
ResponderEliminarYo también me he decidido por una "locura", seguro que nos sale bien, esos rodajes largos te darán fuerza y moral.
ResponderEliminarDanae, me tienes asombrado con tú progresión.Mucho animo, y sobre todo cabeza, aunque no se bien, si nosotros los "runners" la usamos todo lo que debieramos.
ResponderEliminarLos que ganan los maratones, meten 2horas10', seguro que ya estas lista para afrontar uno, je je je!!!!
ResponderEliminarNo Danae, como ya te he dicho anteriormente, estas hecha toda una fondista, y asi es esto, quieres probar para ver hasta donde eres capaz de llegar, y al parecer no tienes limites, seguro que esa prueba sera un exito y mas que ya has demostrado que puedes rebasar el umbral del dolor.
Un abrazo y vamos con todo, yeah!!!!
Sólo los insensatos no tienen miedo. Los valientes también tienen miedo, porque saben a qué se enfrentan. Y tu eres valiente, y aunque ahora estés dando mil vueltas a la cabeza vas a sacar tu alma de "suricata de la montaña" y vas a pegarte un carrerón. Y vas a darte un homenaje a ti misma diciendo, "¿lo viste Danae? ¡¡podías con esto!!"
ResponderEliminarDanae, correr durante ese tiempo, independientemente del ritmo, enseña a tu cuerpo a estar durante largo tiempo manteniendo un nivel de esfuerzo. Eso está muy bien, estás lista para una media.
ResponderEliminarAhora bien, tenle a la carrera miedo de verdad, temor de Dios (el horror, el horror). Siento ser tan sincero, pero el problema de la carrera no será el tiempo que estés corriendo, sino la utilización de músculos diferentes a los que utilizas habitualmente corriendo en el parque. Las cuestas o bajadas utilizan otros músculos no tan habituales y esos son los que hay que entrenar y se cargan. Confío en que los tengas bien por el fitness, de otro modo sufrirás, pero será un sufrimiento diferente porque lo has elegido y de esa forma lo superarás. Animo.
PD: Lo de las camisetas mojadas es inspirador...
Llegado un punto, y estando físicamente y mentalmente preparada, tu lo estás, la motivación de efectuar un reto, la emoción de hacerlo, te ayudará a terminar. A veces del miedo a la euforía hay una línea muy, muy delgada. Controla la euforia, el miedo no representa un peligro.
ResponderEliminarSaludos desde La Elipa.
Esto que describe no es ni más ni menos que el resultado de tu esfuerzo constante. Esta constancia y tu ilusión te llevarán donde tu quieras! ánimo y suerte!
ResponderEliminarYo personalmente me centraría mas en rodar a ritmo sostenido.. mas que hacer pesas en estos 15 dias.
ResponderEliminarRecuerda que a estas pruebas hay que llegar descansado, no agotado.
Muchos tardan bastante en correr más de una hora, pocos se atreven con más de dos... ¡y tú ya has hecho las dos cosas en muy poco tiempo!
ResponderEliminarTu fortaleza mental te ayuda mucho, y tus piernas se adaptan muy bien al esfuerzo. Seguro que te saldrá bien, pero tómatelo con calma, como un aprendizaje. Ya harás medias maratones rápidas de asfalto más adelante.
Danae :eso es maravilloso y tienes que empezar a saber que puedes,saludos
ResponderEliminarEn connjunto, todo lo que cuentas, las sensaciones que describes ante tus progresos... es pura motivación... Sigue entrenando en esa línea, cree en ti misma y piensa siempre que al final conseguirás tu propósito... No seá fácil pero lo tienes en tus piernas y, sobre todo, en tu mente... Ánimo...!!
ResponderEliminarEnhorabuena!! Con tus entrenamientos era cuestión de tiempo que cayeran las 2 horas ... en breve sera la primera media maratón ;)
ResponderEliminarSaludos
Enhorabuena, tienes un potencial enorme pero has de creertelo. Yo en estos d;ias no me preocuparia tanto de las pesas, pueden restarte mas que sumar. Para otra ocasion tendras tiempo de preparar mejor la prueba, con pesas, rodajes especificos y tiradas por el monte. En esta intenta dosificar y sobre todo acabar.
ResponderEliminarsalu2 desde matraquilandia