No se puede vender la piel del oso antes de cazarlo

Sabéis aquello de: No se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. Pues eso es exactamente lo que hice el viernes. Tomo una decisión, una decisión firme, inamovible. Leo vuestros comentarios del tipo “no subestimes el esfuerzo” que en mi caso funcionan como si aderezaran la manzana prohibida del Eden con miel, publico las nuevas noticias en mi Facebook, llamo incluso a mi madre. EUFORIA es la palabra.

Voy al gimnasio después de un día de descanso, un solo día de descanso, uno solo, y descubro que estoy al 100%  Aumento un poco más en hombros, mantengo espalda, termino pectoral a la perfección y me quito esa espinita del miércoles, esa sensación de “no terminaste”  Subo el peso para piernas con una lógica aplastante: para correr por montaña lo que necesitas es fuerza en las piernas, no velocidad. Hablo de la montaña como quién tiene una en la puerta de su casa y la conoce al dedillo. Hasta ese punto me impresionó aquella cima de aquella montaña de aquel pueblo.

Houston, tenemos un problema.

Entro en la web, apartado Normativa-Plazos de inscripción y leo: 31 de julio. El plazo de inscripción finalizó el 31 de julio. Casi dos meses antes de la prueba. No me lo puedo creer. Siento una sensación como de mareo seguida de un “¡Horror!” Escribo en el foro, veo un apartado que dice “si aún estás interesado en participar…” y veloz como el rayo escribo un correo electrónico a la dirección indicada., un correo del tipo porfi please… Solo me faltó adjuntar una foto con ojitos de cordero degollado, apelando a ese complejo que tenéis todos los hombres de Salvadores de Princesas.

Ahora solo puedo esperar la respuesta. Algo me dice que sí, que 35€ de inscripción cuando no te dan ni agua es demasiado goloso como para desdeñarlo. Prefiero ser optimista. En la lista de inscritos no llegan ni a los 350, son muy pocos para un evento al que se le ha dado tanto bombo y platillo. Verás que sí, me digo una y otra vez.

¿Y si no? También podría correr sin dorsal, pero ya no sería lo mismo. Parece una tontería, pero no es igual esa sensación de formar parte del evento que hacerlo por cuenta propia.

Entendéis ahora lo de: No se puede vender la piel del oso antes de cazarlo

A esperar se ha dicho.