lunes, 21 de febrero de 2011

Día uno

Final de la tarde y un frío de mil demonios. Quizá no es el mejor día para comenzar pero estoy animada y con ganas. Mi marido se apunta. Fabuloso.
Me pongo mis mallas de lycra, un top y una de estas sudaderas del Decathlon que son tan baratas y tan calentitas. Guantes de lana y el pelo recogido en una gorrita también de lana.
Trazo un itinerario de 3 Km desde la puerta de mi casa sin pensar en el tiempo. Sólo quiero hacer un tanteo, quiero ver mis posibilidades y quiero empezar suave, suave. He leído días antes sobre la frecuencia cardíaca y las series y los rodajes... y me encuentro más perdida que Wally. No importa. Despacio. Poco a poco.

He sacado un programa de estos para principiantes de cuatro semanas más o menos, en los que combinan la caminata con la carrera, pero me lo he saltado.
En fin, no adelantemos acontecimientos.

Hago el estiramiento en casa y utilizo el mismo que hacemos en el gym para step. Empieza el momento. Salgo a la calle y una bofetada de aire frío me contrae el cuerpo de arriba abajo. Empiezo a correr. Muy despacio, un trote de esos que llamáis "cochinero". Trato en todo momento de sincronizar la respiración con la zancada de la siguiente manera: inspiración en dos, dos zancadas; expiración en dos, dos zancadas y mantengo el ritmo.

Por ahora nada de cansancio, ningún problema. Los diez primeros minutos los hago fácilmente y trato en todo momento de mantenerme en ese estado ( mi marido no esta tan íntegro como yo. Él no hace deporte y tiene algo de sobrepeso, así que me paso más tiempo mirando como esta él que fijándome en mi misma)

Veinte minutos de trote. Sigo bien, puedo hablar perfectamente y no me duele nada. Aquí me pasa una cosa muy curiosa y que los que hacéis deporte regularmente seguro conocéis, empiezo a sentirme bien. Es decir, estoy en la calle, es de noche, no hay un alma y vamos corriendo suavecito por la carretera y es genial. Ese es el sentimiento. Supongo que se debe a las endorfinas que hacen que uno se sienta inexplicablemente feliz y que a mi me pasa siempre que hago cualquier actividad física (de hecho creo que lo hago sólo por ese sentimiento de bienestar)

Media hora y 3 Km 1/2. Una burrada de tiempo para tan poca distancia pensaréis todos pero a mi no me importa. Todo llegará. Ahora me preocupa realizar el tanteo y disfrutar del estreno. Sé que esto me va a gustar. Es una intuición y no suelo equivocarme con las intuiciones.
35 minutos y paro. No lo hago de golpe, corro un poco, me detengo, camino de prisa, estiro... En fin, lo que se supone que debo hacer.

Estoy muy orgullosa de la experiencia y estoy deseando que llegue mañana.

pd: Tengo que hacer una lista de cosas que necesito: los zapatos ya los tengo (son buenos) un pulsímetro, ropa para el frío etc. Tengo también que buscar cómo hago para saber mi frecuencia cardíaca y demás.

Continuará.
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