viernes, 18 de marzo de 2011

CORAZÓN LOCO LOCO

Esta hecho. Pulsímetro en su sitio y una intención clara, dejar las sensaciones a un lado y correr con las pulsaciones controladas a 150 (recomendación de Sisjag)
El mío es igualito a este.


Hice un calentamiento intenso en casa, empecé con los estiramientos convencionales y continué con diez minutos fuertes de cardio-box hasta subir las pulsaciones a 160. Días atrás, noté que un calentamiento pobre retrasaba la sensación óptima que se alcanza al correr durante al menos tres km, mientras que haciendo un calentamiento fuerte, aeróbico de alta intensidad, las sensaciones resultaban buenas desde el principio. 

Empiezo a correr desde el portal de mi casa y medio minuto más tarde ya llevo las pulsaciones a 160. Disminuyo el ritmo y se colocan a 155. Necesito bajarlas cinco pulsaciones más y aquí me da la risa porque tengo que parar y andar para conseguirlo. Reconozco que el experimento que sólo acaba de iniciarse, me disgusta. Así que me pongo a correr de nuevo, o debería decir a pegar saltitos mientras avanzo cual caracol. Yo creo que hasta la risa tonta me sube las pulsaciones. Os lo juro. 
Mientras andicorro me acuerdo del estribillo de una canción que dice más o menos:

Somos lirios, somos rosas, somos lindas mariposas...

Me cuesta alrededor de 20 minutos conseguir estabilizar las pulsaciones a 150-155 y mantenerlas. En ese tiempo pasa de todo. Acelero y suben a 170, desacelero y bajan a 140 (de golpe) vuelvo a subir y se colocan a 160, freno -ya cabreada-, y las veo a 90  ¿Pero esto qué es? ¿Qué clase de corazón tengo yo? ¿Estaré enferma? Lo que esta claro es que mi corazoncito no conoce el término medio ¡Ah, con el bien que la filosofía aristotélica anclada en la idea de la medianía ha hecho al mundo! Pues mi corazón la desconoce. Empiezo a pensar que, quizás, el pulsímetro este mal, que no funciona correctamente. Le meto un par de palpis a ver que pasa: ¿A qué lo piso? Descarto las ideas psicópatas y me centro en mi trote y ¡al fin! ¡Dios!: pulsaciones a 153. 

Mantengo con todo el esfuerzo de mi ser el ritmo, tratando de no pensar -por si me suben las pulsaciones-; de no pestañear -por si me suben las pulsaciones-; de recortar los pasos hasta convertirlos en pasicos corticos -por si me suben las pulsaciones-; etc, etc...

Y a partir de ahí, más o menos, lo consigo. Voy subiendo el ritmo, bajando y se mantienen dentro de estos parámetros. ¿Sensaciones? Las mismas que si estuviese paseando. Es decir, no me he sentido cansada en ningún momento. De hecho, he terminado cual empecé. Salí de casa corriendo, llegué a casa corriendo y me podía haber ido al gimnasio perfectamente. Las sensaciones han sido, por tanto, buenas, a excepción de los primeros 20´ ¡Cómo no! He estado todo el trayecto pensando en mis cosas, mirando el paisaje, recreándome en la puesta de sol... Una gozada. Ahora bien, quizá sea masoca, pero los dos años de pesas han incrustado una idea en mi cerebro a fuego: Si no duele no funciona

Para no ser injusta, debo decir que este mismo entrenamiento hace tan solo un mes no lo hubiese podido hacer ni siquiera a este ritmo, lo cual, creo que a la larga demuestra que la resistencia, si somos constantes, la vamos a conseguir de una u otra manera, es decir, corriendo con control de pulsaciones o sensaciones.

Ahi van los datos:

Tiempo: 1h´9
Distancia: 8,4
Ritmo: 8,2´/km
FCmx: 155 (estabilizadas)
FCmín: 150
Nivel entrenamiento: 2
Sensaciones: Podría haber ido a casa de mi madre (vive en otra ciudad) vuelto y ¡quien sabe! meterme entre pecho y espalda una sesión de fitness (Exagero claro)

4 comentarios:

  1. Hola, he encontrado tu blog saltando de uno a otro. Con tu permiso seguiré tus progresos y me pasaré por aquí a menudo. Ah, yo soy de ritmos y no de pulsaciones.

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  2. Vaya! Para mi es un orgullo. Encontré tu blog en la red realizando la siguiente búsqueda: "sensaciones vs pulsaciones" porque en el foro en el que participo hay un debate (sobre el que no nos ponemos de acuerdo)acerca de esto mismo.

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  3. Yo voto por sensaciones, el rango de pulsaciones es muy diferente de una persona a otra. En mi caso por ejemplo, suelo mantener pulsaciones de 170 a 175 en toda la carrera, es alto, pero voy la mar de bien :)

    Por contra, en reposo me bajan hasta 45-47... en fín.

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  4. Pedro, a mi me pasa igual, puedo correr con las pulsaciones altas la mar de cómoda, pero quiero dar un voto de confianza a los abanderados del pulso, a ver que pasa.

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